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Comité pro Rescate y Desarrollo de Vieques
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787 375-0525 <mailto:robert.rabin@cprdv.org> robert.rabin@cprdv.org
25 de marzo de 2013
Comunicado de Prensa
Tribunal Supremo continua abuso federal contra Vieques
Ante la decisión hoy del Tribunal Supremo de Estados Unidos a favor de la
Marina en el caso de 7mil viequenses vs. US Navy por daños a la salud,
portavoces del Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques (CPRDV) exigen al
Gobierno de Puerto Rico a defender a los ciudadanos de la isla municipio.
Científicos puertorriqueños y otros cercanos al caso de Vieques,
congresistas y voces comunitarias han trinado estos días contra el informe
publicado la semana pasada por la Agencia (Federal) de Sustancias Tóxicas y
Registro de Enfermedades (ATSDR, por sus siglas en inglés). Durante diez
años esta agencia ha generado informes que exoneran a la Marina de toda
responsabilidad por los daños a la salud en Vieques. Ahora, días antes de
que el Tribunal Supremo de EU consideraba la última apelación del caso de
los viequenses, esta agencia federal anunció sus hallazgos.
Coincidencia? Lo dudamos. Las agencias federales – Agencia de Protección
Ambiental (EPA), el Tribunal Federal (en todas sus instancias), Departamento
del Interior/Pesca y Vida Silvestre, y ATSDR – han sido cómplices de la
Marina en un proceso de destrucción del ambiente, los recursos culturales y
naturales, la economía y la salud del pueblo viequense, que comenzó hace
medio siglo y continua aún diez años después del cese del bombardeo.
En Vieques hay cierta esperanza con las nuevas administraciones en la Isla
Nena y la Isla Grande, por ser tanto el Alcalde como los presidentes
legislativos y muchos otros en posiciones de poder, personas que
participaron en la lucha contra la presencia militar. El Alcalde, Víctor
Emeric, tiene una larga trayectoria de activismo a favor de la
desmilitarización, por un mejor transportación marítima, por la salud y el
desarrollo comunitario. Tanto Jaime Perreyó, en la Cámara de Representantes
como Eduardo Bhatia, presidente del Senado de Puerto Rico, participaron
activamente en la desobediencia civil entre 1999 y 2003.
Sin embargo, según miembros del CPRDV, las denuncias recientes sobre los
informes de la ATSDR y la crisis en Vieques han venido de científicos
puertorriqueños, como el Dr. Arturo Massol, y congresistas estadounidenses,
como Steve Rothman y Alan Grayson. Los viequenses exhortan a los políticos
puertorriqueños a exigir de la manera más enérgica un proceso más adecuado y
transparente de limpieza ambiental, con una participación más activa y en
beneficio económico de la comunidad viequense. Reclamaron, además, acción
urgente del Gobierno de Puerto Rico y del Gobierno Federal para aliviar el
sufrimiento de los pacientes de cáncer y otras enfermedades catastróficas,
insistiendo en la necesidad de dotar la isla con un hospital a tenor con la
crisis que vive Vieques.
Durante su campaña el Presidente Obama hizo varias promesas tanto al
Gobernador de Puerto Rico, Anibal Acevedo Vilá como a la comunidad de
Vieques, sobre acciones que tomaría si electo para aliviar la situación en
la Isla Nena. Sin embargo, al comienzo de su segundo término en la Casa
Blanca, Obama no ha hecho absolutamente nada para ayudar a mejorar la vida
de nuestra comunidad. En estos días de la Semana Santa, los viequenses
apelan a la conciencia del primer presidente afroamericano para que haga
justicia al pueblo que sufrió medio siglo de destrucción a su isla, su
economía, la salud de los habitantes actuales y las próximas generaciones.
El Presidente tiene el poder para ordenar una compensación justa para el
pueblo de Vieques y la construcción de una facilidad médica de alta calidad
con un elemento investigativo sobre la relación entre los tóxicos militares
y los problemas de salud aquí.
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EDITORIAL DE EL NUEVO DIA
http://m.elnuevodia.com/editorial-esresponsabilidaddelacasablanca-1477317.ht
ml
25 de marzo de 2013
La Administración del presidente Barack Obama tiene que poner coto ya a la
racha de burlas y maniobras de la Marina y otras agencias federales, aliadas
en el propósito de evadir su responsabilidad de limpiar a Vieques de la
contaminación resultante de seis décadas de prácticas militares, con
municiones vivas, en sus mares y terrenos.
La Casa Blanca debe intervenir en esto con el grado de sensibilidad y el
nivel de decoro que no ha exhibido hasta hoy, porque es inaceptable que a
casi diez años desde que la Armada cedió los terrenos, la Agencia federal
para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR, por sus siglas
en inglés) haya vuelto a mostrar el peor rostro de ese aparato burocrático
al emitir un informe ambiental acomodaticio, irrespetuoso, insensible y
diseñado como encubrimiento, y legitimación, del patrón de daños e
incumplimiento de la Marina de Guerra con la Isla Nena.
El pasado martes, en el más reciente de una serie de cuatro informes sin
asidero científico, la ATSDR responsabiliza a los viequenses por los
estragos de la contaminación con mercurio que padecen. Insiste en que su
revisión de “datos nuevos y disponibles previamente” no encontró relación
entre las actividades militares y la salud de esa población.
Arguye que algunos residentes podrían estar expuestos a niveles peligrosos
de mercurio “si comen pescado frecuentemente por encima de las cantidades
recomendadas”. Según la supuesta investigación, la mayoría de los peces de
arrecifes que rodean a Vieques contienen cantidades bajas o moderadas de
mercurio que “corresponden probablemente a los niveles ambientales de la
región y no a las actividades militares pasadas”. Una aseveración en la que
no se explican las bases para tal conclusión.
Sobre la incidencia de cáncer entre la población de Vieques, indica que “las
limitaciones en los datos… hace que estos hallazgos sean imprecisos y
difíciles de interpretar”. Mas no incluye recomendaciones para obtener datos
concretos.
Al contrario del esfuerzo encubridor de los intereses federales, científicos
puertorriqueños y estadounidenses han documentado que los antiguos terrenos
militares y sus inmediaciones cultivan un coctel venenoso dejado por la
Armada, al cual está expuesta toda la comunidad por efectos de la
evaporación, el viento, las escorrentías y las corrientes submarinas. Tan
reciente como en febrero, insistimos en la urgencia de que se atienda la
grave situación del complejo de lagunas conocido como Anones y Gatos, en el
área del antiguo polígono de tiro, que contienen espesos sedimentos
compuestos de una letal combinación de plomo, napalm, mercurio, arsénico y
uranio reducido que, desde hace años, desembocan en el mar.
En su informe, la ATSDR llega a una serie de recomendaciones de monitoreo
hasta de lo que comen los viequenses que, en comparación con la seriedad y
el foco de los estudios que sí debiera estarse haciendo, resultan
sencillamente ridículas y ofensivas, sin seriedad ni rigor. En este caso de
Vieques, sólo la Agencia de Protección Ambiental ha sacado la cara con
cierto rigor, al exigir a la Armada que agilice la toma de muestras de suelo
en la laguna Anones, como parte de un proceso de limpieza que debe priorizar
en la restauración ecológica y en la reducción de riesgos a la salud.
Las autoridades tienen que dar con la fuente de la contaminación con
mercurio en la vida marina y con las causas de la anómala incidencia de
cáncer en la Isla Nena. Se trata de vidas y derechos humanos. Del derecho a
una vida saludable, de pleno disfrute de los recursos naturales y de
trabajos dignos. Es hora de reconocerlos y de que se les respete por medio
de acciones urgentes y contundentes.
Es hora de que el gobierno de Estados Unidos cumpla con Vieques, como se
espera de todo gobierno que se jacta de democrático, transparente y defensor
de derechos.
Es hora de que el gobierno de Puerto Rico así lo exija, en los tribunales si
es preciso, si entiende que su valentía y su voluntad ministerial están a la
altura del derecho de Vieques y sus habitantes a vivir seguros y en paz; y a
ser tratados con pleno respeto a su inteligencia y a su dignidad.
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Tags: Contaminación ambiental militar, Vieques